Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Cuenca

Hoz de Beteta

Imagen
Visitando el Monumento Natural Hoz de Beteta y Sumidero de Mata Asnos, un estrecho y espectacular cañón fluvial de 6 km de acantilados sobre el río Guadiela. Llaman especialmente la atención, con luz propia, los tilos, algunos centenarios, excepcionales por su tamaño y belleza, auténticas joyas botánicas supervivientes de los antiguos bosques eurosiberianos de la última era glacial. Enfin, un paisaje o reducto de vegetación atlántica excepcional y de rivera, destacando también sobre los farallones rocosos una planta carnívora endémica de la península ibérica Pinguicula mundi.

Parque Natural del Alto Tajo

Imagen
Laguna de Taravilla De pateo por algunos rincones entre Peralejos de las Truchas y la laguna de Taravilla, entre aguas, a orillas del Tajo, en pleno corazón del parque natural del mismo nombre, un espacio protegido de 105.721 hectáreas más otras 60.824 de zona periférica de protección, ahí es na. Un entorno natural jalonado de parameras, cañones y hoces fluviales realmente fascinante, y como no el río Tajo, que inspiró a José Luis Sampedro en su novela  "El río que nos lleva", dedicada a los gancheros, un oficio desaparecido destinado al transporte de troncos cortados, las maderadas flotantes, hasta Aranjuez y Toledo.

Río Escabas

Imagen
Alejados del mundanal ruido, y alojados en una cabaña en plena Serranía de Cuenca, hemos pateado el río Escabas en diversos puntos entre Priego y Fuertescusa. El agua baja realmente pura y cristalina, recorriendo 60 km desde su nacimiento en la sierra de Tragacete, entre farallones rocosos, hasta el río Guadiela, donde desemboca, en los páramos alcarreños. En algunos tramos el río forma pozas, perfectas para pegarse un baño en verano. En Priego merece la pena visitar el convento de San Miguel, situado a 1000 metros de altura.

Castillo de Rochafrida

Imagen
El Castillo de Rochafrida o Rochafría, ahora en ruina, está situado a 1.300 metros de altitud, sobre el casco urbano de Beteta. Hay que llevar cuidado con su visita, tanto por el estado de su edificación como por el estado de la senda que nos lleva al interior del recinto, sin ninguna protección y con pendientes pronunciadas sobre el espolón rocoso sobre el que se asienta. La fortaleza, construida en el siglo XIII sobre una construcción de época musulmana, tiene un marcado carácter fronterizo y estratégico. En el siglo XIX fue reformado y ocupado durante la I Guerra Carlista, por el bando rebelde, convirtiéndolo en un polvorín. Merece la pena su visita tanto por su interés cultural como sus vistas. De paso, una miniruta de 6 km, desde la pedanía del Tobar, nos ha llevado a la laguna grande del mismo nombre, rematando el día con una visita guiada a la mina romana de Cueva del Hierro.

El Escalerón y la Raya

Imagen
Ruta impresionante, ascendiendo entre farallones rocosos por la senda de "El Escalerón", entre buenas panorámicas, y descendiendo por un antiguo camino de caballerías que transita por "La Raya" y atraviesa los cortados entre encajonamientos y callejones típicos de los relieves kársticos. Llegando al punto de partida, la Laguna de Uña, donde desagua el arroyo del Rincón, se pueden observar fochas, cormoranes, garzas, etc.

Torcas de Palancares - Lagunas de Cañada del Hoyo - Ciudad Encantada

Imagen
Mirando algunos textos académicos de geología, casi ininteligibles, donde la unidad de medida del tiempo es el millón de años, se te pasa por la mente aquello de "apaga y vámonos". Si por el contrario esta disciplina entra por los ojos y con buenos paneles interpretativos, la cosa se hace más llevadera.  Así ocurre cuando viajas desde la Serranía de Cuenca, cruzando el páramo de Tierra Muerta, hasta llegar a las Torcas de Palancares y Cañada del Hoyo, un auténtico museo al aire libre.

Callejones de las Majadas

Imagen
Ruta por los Callejones de las Majadas, un paisaje pétreo kárstico conocido como lapiaz, originado por la acción del viento, el agua, el hielo y las variaciones de temperaturas. La erosión de las rocas calizas cretácicas ha producido acanaladuras, oquedades y formaciones geológicas caprichosas: arcos, monolitos, puentes, etc. No en vano este lapiaz se usó como escenario en la película "El mundo nunca es suficiente" (1999), simulando las montañas de Azerbaiyán.