Las estepas y eriales parecen paisajes inhóspitos, sin apenas vida. Nada más lejos de la realidad, albergan una gran riqueza faunística. Los alaúdidos son pájaros muy de tierra, de ambientes esteparios y llanuras cerealistas. Últimamente vamos visitando, de vez en cuando, las estepas de Yecla. En esta ocasión se ha dejado fotografiar una calandria, un ave que se mimetiza muy bien entre los labrantíos con su plumaje teñido de tierra y piedra. Por su parte, el busardo ratonero siempre permanece vigilante, oteando todo aquello que se mueve en la llanura.
Fotos: C. Lara & Maite