El BÚHO CHICO

  El Cabo de Palos podría haber sido un pequeño paraíso natural frente al mar Mediterráneo. Dicen los que saben que esta pequeña península de unos 600 metros de longitud, donde destaca su emblematico e imponente faro, es un enclave privilegiado . Lo cierto es que es un lugar urbanizado y degradado. La administracion no ha sido capaz de proteger este pequeño promontorio del avance sin control alguno del ladrillo y del cemento. Una auténtica desgracia, una más de la zona. En cualquier caso, hemos visitado el Cabo de Palos, zona importante de reproducción, alimentación y paso migratorio de diferentes aves marinas, que se extiende también sobre sus islotes. Aprovechamos la ocasión para visitar también las Salinas de Marchamalo y algunos puntos de la Manga del Mar Menor. Fotos: C. Lara & Maite Cabo de Palos (Murcia), 1 y 2 de noviembre de 2024. Cormorán moñudo Cabo de Palos "El cormorán moñudo es un ave marina que se asienta en los tramos rocosos más acantilados e inaccesibles de n

Empezó mal el día, por la mañana el viento y el calabobos 🌧 hacían estragos. Muy difícil se hacía fotografiar 📷 este escenario geológico en estas condiciones. Continuamos la visita sin prisas, de forma meditada y no compulsiva. Por la tarde amainó el chirimiri y pudimos disfrutar plenamente de unas vistas fantásticas donde despuntaban farallones afilados, acantilados, islotes, arcos y calas. Todo un espectáculo 👈. El parque geológico "Costa Quebrada" es un tramo imponente de litoral que el paso del tiempo y la fuerza eoriva del mar Cantábrico va moldeando y desnudando a fuego lento. Se atisba una pugna entre la tierra y el mar, entre las capas inclinadas de roca, el viento y el agua. Para rematar la tarde, con el mar en retirada, nos dimos un paseo relajante 🚶🏻‍♀️🚶🏼‍♂️ por las dunas de Liencres.

Faro del cabo de Ajo De vacaciones por la costa oriental de Cantabria, entre el cabo de Ajo y Castro-Urdiales, hemos visitado algunos puntos de interés del mar Cantábrico. Dos excursiones muy recomendables y fáciles, la primera nos lleva desde el faro de Ajo hasta la Ojerada y la segunda, desde la bahía de Santoña, nos traslada, pasando por el Fuerte de San Martín, hasta el faro del Caballo. Muy aconsejable es visitar la playa de San Julián (entre acantilados), situada en la ensenada de la Yesera. Muchos rincones se nos habrán quedado en el tintero. Como aves de paso, vistamos finalmente, ahora en Santander, el interesante  Museo Marítimo del Cantábrico  y la península de la Magdalena, donde se divisa el faro de la isla de Mouro.

De visita, otra vez, por los arenales y salinas de San Pedro del Pinatar y algunos puntos de interés para el avistamiento de aves en el Mar Menor. El desorden urbanístico y visual es de traca, enfrente divisamos la manga del Mar Menor, una frágil y delgada barra de arena de 24 km longitud totalmente machacada por edificios. A esto hay que sumarle los problemas de contaminación y eutrofización de las aguas, vertidos de aguas fecales y pérdida de biodiversidad que sufre esta singular albufera, un ecosistema único. De regreso a Yecla, siguiendo la línea de costa de la provincia de Alicante, pasando por Torrevieja, Guardamar del Segura y Santa Pola, el desarrollo urbanístico es desolador.

Vistas desde la Torre del Pirulico Viajando de sur a norte, pasando por el hotel del Algarrobico, símbolo de la España cutre, de la corrupción y del pelotazo, fuimos recorriendo la línea de costa almeriense entre sierras alineadas de forma paralela al litoral. Llegamos a la sierra de Almagrera, zona de especial conservación donde antaño se extrajo plomo y plata. Las colinas y barrancos caen, desde la cadena montañosa, de forma abrupta a pie de costa formando acantilados, pequeñas playas y calas vírgenes, una gozada paisajística. De lo que hemos visto destaca la zona la torre del Pirulico, la playa de Bolmayor, la cala del Peñon Cortao y la cala Cristal. Una excursión fácil e interesante para hacer en familia es la ruta de la Mena en Macenas (Mojácar), entre pasos de mineros, de arrieros y de torres vigías situadas en la playa de Bolmayor.

De excursión, de nuevo, por el geoparque de Cabo de Gata-Níjar. Aquí nada tiene desperdicio, la fachada litoral es de origen volcánico, repleta de calas, arrecifes coralinos fósiles y pequeños detalles a cual mejor. Realmente es un lugar increíble, la riqueza y belleza de este lugar es apabullante👍. El geoparque es un museo al aire libre, salpicado de materiales volcánicos de color negro, dunas fósiles de color blanco, calderas, domos, disyunciones columnares, flujos de lava, etc. Un lugar espectacular para hacer senderismo, para perderse, pero con buena letra y despacito, las piedras hablan ❤.

Desde la cala Blanca, pasando por el faro de Irta, hasta la cala de Argilaga se desarrolla un interesante y agradable itinerario, la ruta roja, en el Parque Natural Sierra de Irta. Nos pusimos en marcha, entre pinos y palmitos, entre pequeñas calas rocosas, entre cantos rodados y conchas, hasta llegar a Argilaga y vuelta atrás, aunque se puede seguir más allá, mucho más. La costa permanece casi siempre a la vista, a escasos metros, y el sonido del mar siempre acompaña. No vimos casi a nadie, la sensación de relajación es total, sobre todo durante el ocaso. 

Llegamos a Punta de Calnegre atravesando un mar de plásticos, y una pequeña aldea a pie de acantilado. De entrada, el interior del Parque Regional Puntas de Calnegre y Cabo Cope es vírgen, pero no nos llevemos a engaño, este abrupto paisaje no es apto para el ladrillo y la agricultura. Comenzamos a fisgonear, calas solitarias a primera hora, una delicia, destacando el color negro de sus rocas. Dicen los que saben que unos navegantes catalanes dieron nombreal lugar: Calnegre (Cala negra). En resumidas cuentas, un paisaje singular, de pizarras y cuarcitas, con relieves de fuertes pendientes que sucumben en el mar, y donde habita una especie amenazada, la tortuga mora.

Isla del Fraile y Cabo Cope Cara de fascinación y perplejidad debieron tener los nativos de estas costas, cuando allá por el siglo VIII antes de Cristo divisaron los primeros barcos fenicios venidos de Oriente para establecer contactos comerciales. La influencia cultural de los navegantes fenicios, y posteriormente griegos, se dejó sentir en la península ibérica de forma muy acusada, periodo que se conoce como orientalizante, influyendo en el desarrollo posterior de lo que llamamos Cultura Ibérica.

Tras pasar la Punta Cueva de los Lobos, en el Golfo de Mazarrón, a los piés de la Sierra de las Moreras, sólo se divisa un litoral de calas virgenes y ensenadas; ni un sólo chiringuito, sólo naturaleza salvaje y bellos contrastes geomorfológicos y paisajísticos entre montaña y mar. Parada obligatoria, antes de empezar la caminata, en las Gredas de Bolnuevo, una de las geoformas más importantes de la Región de Murcia, resultado de la interacción de la tectónica, la meteorización y la erosión sobre areniscas limomargosas.

Andando por las Baterías de Castillitos (1933-36), entre torrecillas y almenas que imitan las medievales, un paisaje de Walt Disney. La fortificación de artillería costera, declarada Bien de Interés Cultural en 1997, está situada en el entorno natural de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán. La geología ha moldeado, en este enclave, un relieve espectacular y vertiginoso de fuertes pendientes, acantilados, bahías y calas. En la línea de baterías destacan dos enormes cañones, capaces, en su tiempo, de disparar proyectiles de casi una tonelada de peso, a 35 km de distancia.

RECORRIDO POR EL PARQUE REGIONAL DE CALBLANQUE, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, una de las áreas litorales mejor conservadas de toda la ribera mediterránea. Una paisaje excepcional, con acantilados, fallas, pizarras, antiguas explotaciones mineras, duna fósiles, palmitos y calas naturales azotadas por el incesante viento marino.

La Praia das Catedrais fue declarada Monumento Natural por la Consejería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, formando además parte de un espacio protegido de la Red Natura (LIC). La erosión ejercida por el mar sobre los acantilados de pizarra, esquisto y cuarcita, a lo largo de los siglos, ha moldeado espectaculares arcos, pasillos de arena, grutas, columnas, bufaderos, isletas y farallones rocosos. Un paisaje costero de extraordinaria belleza que se pueden contemplar a pie de mar aprovechando las horas de marea baja.