Cuevas del Pájaro Verde - Cerro de los Inques

Visitando las casas-cuevas del Pájaro Verde y el entorno natural del Cerro de los Inques. De nuevo etnografía y naturaleza de la mano en un paraje donde un tal Diego Herrero, vecino de Jumilla, escondió armas y munición para apoyar una facción carlista en el siglo XIX. El entorno natural, de suaves lomas intercaladas, cultivos de secano y amplios espartales, sin continuidad lateral, de los llamados Cerro de los Inques, Cerro de las Aneguillas, Cerro del Comisario y la Sierrecica de Enmedio, contrastan con las capas verticalizadas de la solana de la Sierra del Buey. Todo este sistema montañoso forma parte del ZEC (Zona de Especial Protección) Sierra del Buey, y por tanto incluido en la Lista de Lugares de Importancia Comunitaria, con una superficie de 3.811,03 ha.

Cerro de los Inques (Jumilla), 24.11 y 01.12 del 2019.

El Cerro de los Inques presenta biocalcacarenitas, calizas arenosas, calizas masivas de algas y calizas pararrecifales del Mioceno inferior.

ZEC, antiguo LIC (Lugar de Interés Comunitario), Sierra del Buey (ES620036)

Casas - Cuevas del Pájaro Verde.

Diego Herrero, el Pájaro Verde, vecino de Jumilla, fue arrestado por la Comandancia de Armas durante la primera guerra carlista (1833-1840), siendo conducido al paraje del Barranco de Villena, donde poseía unas tierras que había adquirido en 1833, con ciento cincuenta y un olivos y un par de cuevas, y aquí, en estas cuevas, escondía un suministro de armas y municiones (escopetas, pistolas, pólvora y mechas) del bando carlista. 

El teniente, asombrado, y con ironía, dijo, "Virgen del Sagrario, menudo arsenal, aquí sólo faltan cañones...¿Donde esconderá los cañones este pajarraco". Un mes después, tras su paso por prisión, fue ajusticiado.

Legendaria es la gavilla carlista del  Peliciego (1806-1842), poniendo en práctica una guerra de guerrillas entre las provincias de Albacete, Alicante y Murcia durante 26 meses, especialmente en Jumilla y su entorno.

Solana de la Sierra del Buey

Cueva del Pájaro Verde

Salinas de la Rosa, vista desde la Cueva del Pájaro Verde.

Cerro de los Inques

Águila real, merodeando el Cerro de los Inques.

Las piedras extraídas de la canteras históricas del cerro de los Inques y la sierra de la Pedrera se han utilizado para moldear columnas, capiteles, arcos y frisos del patrimonio monumental de Jumilla.

Estructuras de habitación

El Cerro de los Inques presenta un pequeño cabezo de litología margosa en su base y caliza en su parte superior.

Entorno Cerros de las Aneguillas, Sierrecica de Enmedio y El Carche, visto desde el Cerro de los Inques.

Casa-cueva, cercana al Barranco de Villena.

Pozo madre con más de 50 metros de profundidad.

El minado del Cerro de los Inques, también conocido como minado del Barranco de Villena, tiene un total de 14 lumbreras o espejuelos y una longitud de 1500 metros. Los campesinos de la zona aseguran que con el agua de este sistema se regaban un gran número de viñedos y bancales de almendros en la desembocadura del Barranco de Villena, décadas atrás.