Cernícalo primilla
Fotos: C. Lara & Maite M-Q.
El último suspiro del atardecer es un remanso de paz, un final del día hermoso. El decorado de la bóveda celeste cambia sobre el horizonte y se dispersan tonos anaranjados, amarillentos o rojizos. Un buen momento para "recargar pilas". Se nota la calma antes de ese suspiro, el viento cesa y los pájaros cantan. Por la noche el sonido se transmite mucho mejor. El zorro, siempre astuto y atento, comienza a campear antes del crepúsculo por nuestros secos y agonizantes campos. Ahora se ha puesto de moda en algunas partes de España el "Turismo de Sequía o de Embalse", que pasea caminantes por antiguas calles, iglesias y casas sumergidas bajo el agua, ahora al descubierto. Algo va mal o muy mal y puede ir a peor.