23 de enero de 2023

Agua, punto de encuentro y fuente de vida


Pájaros y pajarillos, algunos en bandadas, otros madrugadores, desafían el viento y el frío. Es enero, no hay olas de calor, pero el agua sigue siendo punto de encuentro y fuente de vida. Desde el Norte, más allá de los Pirineos, millones de aves burlan el frío intenso ultramontano desplazándose hacia la Península Ibérica, sin pasar aduana. Es tiempo de invierno, pero la vida sigue. Algunas plantas florecen, como el romero, y algunas especies de aves inician el cortejo. Ahora sí, ha llegado el frío de verdad. La disponibilidad de alimento disminuye, el tejón y numerosas especies de aves y mamíferos acausan la casi inexistencia de invertebrados. La mayoría de anfibios y reptiles permanecen ocultos, a resguardo del intenso frío.

Maite M-Q & C. Lara, enero de 2023.
Conocer para Conservar 


En cuanto oscurece, los raposos, siempre fugitivos, andan de escaramuzas y correrías amorosas. En las noches de invierno se oyen leves chillidos y alaridos, es enero y están en celo. Los raposos tienen mala reputación, siempre merodean el lado oscuro del imaginario popular. Sin embargo, el zorro es una pieza clave para el mantenimiento de los ecosistemas.

Realmente sorprendente, un ratón activo a las 4:28 horas y con 2 grados de temperatura ambiente.

Pinzón vulgar
El pinzón vulgar es otra de esas aves vistosas que invierno se agrupan en grandes bandos mezclándose con verdecillos, verderones, pardillos, jilgueros, etc.  En invierno llegan la Península Ibérica pinzones desde el norte de Europa. Los ejemplares ibéricos también se desplazan a zonas más cálidas en la Península, ocupando paisajes abiertos.

Mosquitero común 
Abundante como hibernante, este pequeño pajarillo puede ocupar zonas abiertas con matorral en invierno, aunque es una especie eminentemente forestal.

Collalba negra
Es una especie típica de ambientes áridos, con poca vegetación. Se alimenta de insectos que captura del suelo. La collalba tiene un comportamiento muy peculiar, en época reproductora transporta piedras hacia el nido, a veces hasta tres kg, muchas de ellas no van a ser utilizadas. Durante este proceso, después del apareamiento, el macho sigue intentando impresionar a la hembra acumulando piedras.

Chova piquirroja 
Habitante de laderas escarpadas y roquedos abruptos, este mediano córvido suele desplazarse en bandadas al tiempo que realizan vuelos y picados acrobáticos cuando sobrevuelan cortados y paredes rocosas. Se alimenta de invertebrados y larvas de escarabajos, lombrices, saltamontes, etc. En invierno el consumo de semillas y frutos aumenta significativamente.

Huella de tejón
Entorno próximo a la ZEPA de Yecla.



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